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El estrés es cualquier condición que nos hace sentir incómodos. Cuando la presión del estrés es grave y prolongada, los efectos patológicos fisiológicos, psicológicos y conductuales continuados en los órganos corporales del individuo son evidentes. La capacidad del individuo para pensar, sentir y actuar también se ve afectada, lo cual incrementa exponencialmente los riesgos laborales.
Las situaciones de estrés también pueden ser positivas. Los periodos breves de estrés pueden hacerte estar más alerta y mejorar tu rendimiento. La clave para gestionar el estrés es determinar la cantidad adecuada de estrés que te dará energía, ambición y entusiasmo frente a la cantidad equivocada de estrés que puede dañar tu salud, tus perspectivas, tus relaciones y tu bienestar.
Aunque cada persona es diferente y pasa por distintos acontecimientos y problemas que le causan estrés, hay algunas complicaciones que afectan casi universalmente a todas las personas. Estos son los factores estresantes que más te conviene comprender y tomar medidas para prevenirlos.
Según diversas encuestas laborales:
Existen distintos tipos de estrés, pero lo mencionado anteriormente, y otros problemas, son las principales razones que afectan a la capacidad de gestionar el estrés y los cambios en el lugar de trabajo para seguir funcionando de forma productiva.
Varias encuestas realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han revelado que el 37% de las personas afirman perder una hora o más al día en productividad debido al estrés. Más de la mitad afirma que el estrés causado por un mal clima organizacional les hace faltar al trabajo al menos un día al año.
En momentos o situaciones estresantes, las personas suelen culparse por ser débiles o por su incapacidad para "manejarlo".
A menudo, los directivos de las organizaciones no comprenden la progresión normal del cambio o de las situaciones que producen estrés y esperan que los empleados vuelvan inmediatamente a la productividad total después de un acontecimiento estresante. Esto no ocurre.
Los directivos deben comprender que la adaptación al cambio es una experiencia individual y proporcionar apoyo a una amplia gama de personas que experimentan sentimientos diversos.
El estrés puede tener consecuencias aún más directas para las organizaciones, como bajo rendimiento laboral, retraimiento, cambios negativos en las actitudes y agotamiento laboral.
El estrés laboral es un problema grave que hay que abordar. El estrés laboral se ha relacionado con diversos problemas de salud, como enfermedades cardiacas, hipertensión y depresión. También provoca insatisfacción laboral y absentismo.
Así pues, prevenir estrés laboral debe ser una prioridad para las empresas, si desean mejorar las condiciones laborales y su propia competitividad. Si se ignora continuamente, puede tener graves consecuencias para la salud. El trabajo debe ser una fuente de satisfacción, no de ansiedad. Nunca dejes que tu vida laboral se apodere de tu vida personal.
Encuentra un equilibrio y atente a él. El estrés laboral es manejable si sabes cómo afrontarlo. Utiliza los consejos mencionados y, si es necesario, recurre a la ayuda de un terapeuta cualificado. Después de todo, la vida es demasiado corta para pasarla estresado todo el tiempo.
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