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El estudio "Éxito empresarial: importancia de la misión y la ejecución", llevado a cabo por la escuela de negocios IESE y la consultora Burson Marsteller, intenta descubrir qué significa una empresa para los directivos europeos. Basado en una exhaustiva encuesta, el informe destaca que ambos objetivos, tanto la misión como la ejecución, deben convivir juntos para lograr el éxito empresarial aunque, paradójicamente, las compañías dedican más tiempo a la ejecución (obtención de ganancias) que a la misión (valores).
Para la práctica totalidad de los directivos consultados en España, la reputación de la empresa viene impulsada en mayor medida por sus ganancias, si bien el estudio dejaría entrever una tendencia al incremento del tiempo dedicado a la misión. Para el personal directivo, una empresa que equilibra ambos conceptos es un magnífico ejemplo a seguir y un excelente sitio para trabajar.
El informe se ha completado con un debate organizado recientemente por IESE y Burson Marsteller, al que acudieron diferentes directivos de empresas e instituciones. Este encuentro demostró que los directivos se muestran de acuerdo en que la misión "no debe ser un mandamiento, sino algo flexible y adaptable a las coyunturas, ya que no se debe olvidar que su objetivo es obtener resultados". Según los directivos, "precisamente cuando se sale a Bolsa es cuando la misión cobra más importancia, porque los accionistas ya no valoran sólo los resultados".
Por otra parte, los participantes en el debate coincidieron en que la responsabilidad social corporativa, con aspectos relacionados con la conciliación laboral o la situación laboral de los trabajadores, es algo que hace tener mejor reputación a una empresa, tal y como ocurre como Microsoft o Apple. El buen trato que una compañía ofrece a sus empleados es algo que repercute en la opinión pública y, en última instancia, al consumidor.
Los empresarios se mostraron de acuerdo en que "hay que ilusionar al empleado, y eso se hace por medio de los sistemas de retribución, favoreciendo la promoción y ofreciendo salidas". También, los directivos han señalado que "la crisis no debe afectar a la responsabilidad social corporativa". En este sentido, este colectivo piensa que en España existe un error de concepto, "ya que sólo se atiende a la misión cuando va bien la ejecución, como si la primera fuera algo secundario, cuando debería ser al revés: la misión, al servicio de la ejecución".